Recuerdo aquella tarde
nunca se me olvidará,
ella esperaba la muerte
ya no podía sufrir más.
Con un gesto me expresaba
¿qué más tengo que esperar?
corrían lágrimas sobre mi cara
y me tuve que apartar.
¿Por qué lloras?
¿Quizás soy la única que se va?
Y aunque en ese momento
tan sólo intente disimular,
realmente sólo pensaba
en comenzar a gritar:
Por qué tengo este lamento
¡Por favor, no te vayas mamá!
Y sumido en la distancia
del tiempo que pasó ya,
aún me viene el ansia
de ponerme a gritar
¿por qué te fuiste mamá?
Con el corazón.
Jose Manuel
sábado, 21 de febrero de 2009
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Primo estamos contigo. Siempre la tendremos en nuestro corazón. Nunca la olvidaremos. Ella estaría contenta de ver esta poesía tan preciosa.
ResponderEliminarUn abrazo,
Loli
Que grande es una palabra,
ResponderEliminarun verso o una oración,
no hay nada que se le iguale
cuando salen del corazón.
Paco.
Parece que la estoy viendo con esa sonrisa que siempre tenía diciendo:No sufras, estoy bien y
ResponderEliminarestoy contigo.
Un abrazo.Josefa.
Al leer tu poesía
ResponderEliminarme despiertas la emoción
y me da mucha alegría
que habrás tu corazón.
El recuerdo del pasado
hoy me llega con frescura
como cuando está nublado
y al salir el sol deslumbra.
Aún tú no habías nacido,
yo vivía como un rey
disfrutando del cariño
de aquella inmensa mujer.
Sé que me quería bien
como si fuera su hijo
aunque nunca me lo dijo
simplemente yo lo sé.
Llegaste con mucho ruido
yo viví aquellos momentos
al principio preocupados
y después con espavientos.
¡Cómo llenasté sus vidas!
eran ya un poco mayores
pero fue tanta alegría
que sus pobres corazones
yo creí que se rompían,
y así fue como llegaste.
M.Beltrán