Mantener nuestro apellido
siempre ha sido primordial,
así lo sentía mi padre
su nombre José Beltrán.
Desde tiempos de mi abuelo
esta, nuestra gran familia
solo tuvo un heredero
pues somos de dar mas féminas
lo cual doy gracias al cielo.
Pero siguiendo la ruta
que marca nuestro destino,
mis padres de cuatro hijos
de varones solo uno.
Y me pasó la pelota,
yo lo intente, la verdad,
ya tenía la parejita
pero fuí por otro más.
De nuevo solo un varón,
pero seguia la esperanza
David puso el corazón
y vino al mundo Alejandra.
Fue como un rayo de luz
penetrando en nuestras vidas
que importaba el apellido
si al mirarla se te olvida.
Pero el destino es constante,
el marca nuestro sendero,
dio a Alejandra un hermanito
y de nuevo un heredero.
Será Marco la esperanza
que predijo su bisabuelo
si ya no estamos aquí
lo veremos desde el cielo.
M. Beltrán.
sábado, 29 de junio de 2013
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