Me asomé a la ventana y vi la vida,
la vi pasar ligera y presurosa,
unas veces la vi triste y vencida,
otras veces, me pareció muy hermosa.
Y seguí contemplándola en su gira,
orgullosa, elegante y caprichosa,
empobrecida, humilde, dolorida,
¡cuántas veces me pareció odiosa!
En ella pude ver miles facetas;
ambición, injusticias, tiranías,
falta de amor, locuras de grandezas,
odio, rencor, falta de harmonía.
Otras en cambio, radiante y generosa,
llena de sueños y bella fantasía,
con perfume y óleo de una Diosa,
plena de amor, belleza y simpatía.
Inmune al dolor o a la alegría,
ella seguía corriendo sin demora,
le daba igual la noche que en el día,
no paraba un minuto, ni una hora.
Por un instante pensé que detenía
su rápido caminar y entre la bruma,
lentamente sus pasos percibía.
Con miedo atroz mi corazón latía.
Loli
la vi pasar ligera y presurosa,
unas veces la vi triste y vencida,
otras veces, me pareció muy hermosa.
Y seguí contemplándola en su gira,
orgullosa, elegante y caprichosa,
empobrecida, humilde, dolorida,
¡cuántas veces me pareció odiosa!
En ella pude ver miles facetas;
ambición, injusticias, tiranías,
falta de amor, locuras de grandezas,
odio, rencor, falta de harmonía.
Otras en cambio, radiante y generosa,
llena de sueños y bella fantasía,
con perfume y óleo de una Diosa,
plena de amor, belleza y simpatía.
Inmune al dolor o a la alegría,
ella seguía corriendo sin demora,
le daba igual la noche que en el día,
no paraba un minuto, ni una hora.
Por un instante pensé que detenía
su rápido caminar y entre la bruma,
lentamente sus pasos percibía.
Con miedo atroz mi corazón latía.
Loli