No sólo eres mi sobrina
eres un poquito más,
te criaste con mis hijos
allí arriba en el Ordal.
Pasamos buenos veranos,
los cuales no volverán,
pero sí nuestros recuerdos
que no paran de aflorar.
A tu hijos, cuando crezcan,
se lo tienes que explicar,
no se reniega de un padre
tampoco de un familiar,
que la vida es muy corta
y sin Amor, no hay Paz.
M. Beltrán
jueves, 12 de febrero de 2009
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