
Nadie te da la importancia
que tú tienes para mí
porque tú quitas el sufrir,
alivias el dolor y el ansia.
Tú tienes gran elegancia
para ti no existe ley
es igual el Papa que el Rey
que aquel que dirige en Francia.
No hace falta que se empache
para que pose la Thatcher
sobre ti con gran placer,
ni Husein con su poder,
ni el líder de los apaches.
Ni el que manda en Israel
ni el Sultán de Marruecos
ni el chino, ni el japonés
es igual el suizo, que el checo
todos olvidan su poder,
y siempre encuentran un hueco
para gozar este placer.
Sobre ti ellos meditan
de la guerra y de la paz,
el mal cuerpo se les quita
y después de terminar
ven las cosas más bonitas.
Igual Bush que Gorbachov
y otros muchos presidentes
ante ti inclinan su frente
cuando sienten el dolor,
dicen ¡que el mundo reviente!
antes que reviente yo.
Por eso al ver tu portento
te considero un Beethoven,
que te den el Premio Nobel
o te hagan un monumento.
Antonio Barranquero
que tú tienes para mí
porque tú quitas el sufrir,
alivias el dolor y el ansia.
Tú tienes gran elegancia
para ti no existe ley
es igual el Papa que el Rey
que aquel que dirige en Francia.
No hace falta que se empache
para que pose la Thatcher
sobre ti con gran placer,
ni Husein con su poder,
ni el líder de los apaches.
Ni el que manda en Israel
ni el Sultán de Marruecos
ni el chino, ni el japonés
es igual el suizo, que el checo
todos olvidan su poder,
y siempre encuentran un hueco
para gozar este placer.
Sobre ti ellos meditan
de la guerra y de la paz,
el mal cuerpo se les quita
y después de terminar
ven las cosas más bonitas.
Igual Bush que Gorbachov
y otros muchos presidentes
ante ti inclinan su frente
cuando sienten el dolor,
dicen ¡que el mundo reviente!
antes que reviente yo.
Por eso al ver tu portento
te considero un Beethoven,
que te den el Premio Nobel
o te hagan un monumento.
Antonio Barranquero
Muy simpatico y cierto.
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