MI QUERIDA YAYITA

Son casi noventa años
de una vida que contar
y muchos cambios extraños
que tener que asimilar.
En casa de campo nacida,
sin luz, ni agua ni gas
ni partera conocida
ni carril por el que llegar.
El fogón es la cocina,
el arroyo para lavar
y si te lo haces encima
a las pencas hay que bajar.
Nunca pudo estudiar
porque escuela no había,
su padre tuvo que enseñar
como él mejor sabía.
La gente vive del campo,
de la vid o del olivo.
A Málaga se va andando
si el río no te corta el camino.
Ha sido su vida testigo
de lo que da el progreso.
Abuela yo te digo
¿cómo asimilar todo eso?.
La llegada de la radio,
la luz, el televisor,
el hombre llega al espacio
y el agua con un motor.
El coche, las carreteras,
el tren pa la capital.
Al campo llega la escuela
con la maestra rural.
El water, la ducha
y también la lavadora,
en el teléfono se escucha
de lejos, cualquier persona.
Su vida de campo termina
a Barcelona emigrando,
su marido allí se jubila
en una fábrica trabajando.
Viviendo en la gran ciudad
con pisos de trece plantas,
hasta con gas natural,
ella de nada se espanta.
El metro, el ascensor,
el aire acondicionado,
las motos, el avión
y esto no se ha terminado.
Cambia mucho la vida
cambian también las costumbres,
ha cambiado hasta el clima
y el estilo de los nombres.
Los novios ya no se casan,
viven juntos y ya está.
Si te quedas embarazada
también se puede abortar.
La llegada del móvil
todo lo ha cambiado
y el ordenador portátil
para estar bien conectado.
¿Cómo asimilar ahora
esto llamado Internet,
poder ver desde Barcelona
sus bisnietos, en la red?.
Espero que llegue el día
que cumplas tu centenario
y celebres con tu familia
en un bonito escenario.
Toda una vida dura
difícil de asimilar,
pero no te quepa duda
VALIÓ LA PENA ¿verdad?.

Mari