Después de los esfuerzos en el trabajo
de correr como locos desde el alba
anhelamos que llegue nuestro sábado
y corremos en busca de la calma.
Es el Ordal, nuestro punto de encuentro,
donde nos reunimos todas las semanas,
nuestro paraíso en medio del desierto,
el oasis que alimenta nuestras almas.
Rodeados de árboles y cielos
la montaña nos abre sus entrañas,
nos conforta, anima y da aliento
para comenzar con fuerza la semana.
Es el Ordal, nuestro punto de encuentro,
donde niños y viejos se desbravan.
Aquí lloramos y reímos todos juntos,
un solo mundo, una sola alma.
Ani
de correr como locos desde el alba
anhelamos que llegue nuestro sábado
y corremos en busca de la calma.
Es el Ordal, nuestro punto de encuentro,
donde nos reunimos todas las semanas,
nuestro paraíso en medio del desierto,
el oasis que alimenta nuestras almas.
Rodeados de árboles y cielos
la montaña nos abre sus entrañas,
nos conforta, anima y da aliento
para comenzar con fuerza la semana.
Es el Ordal, nuestro punto de encuentro,
donde niños y viejos se desbravan.
Aquí lloramos y reímos todos juntos,
un solo mundo, una sola alma.
Ani
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