Pasó la niñez con su incipiente vida,
llegó la juventud, también pasó,
pasó la madurez ya dolorida,
y la vejez así nos sorprendió.
Pasaron ilusiones y la herida,
que nos dejó resaca y mal sabor.
Todo pasó y pasó en seguida ,
sin parar ni un instante el eslabón,
de la cadena que rueda enloquecida,
de la Natura perfecta sucesión
Loli.
sábado, 14 de febrero de 2009
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