Yo no sé si soy creyente,
creo en la naturaleza
que nos da vida y belleza
y creo en el Sol naciente.
Que con su luz y calor
va germinando la Tierra
la envuelve con su candor
al llegar la primavera.
Y como dos buenos amantes,
dejan de hacer el amor
si les llega un nubarrón
o cuando les cae la noche.
Las praderas han florecido
fruto de su gran amor
y de ese nubarrón
que a la Tierra ha humedecido.
Ya tenemos las tres cosas
que sin ellas no hay vida
que son el Agua, la Tierra
y el Sol que las ilumina.
Pero algo se me escapa
por más vueltas que le doy,
sé que hasta el día de hoy
tanta belleza me atrapa.
¿No será que me hago viejo
y pienso en el más allá
como si llegara ya
y sin querer lo reflejo?
Encontraré la respuesta,
un día os la contaré
pero no tenerme en cuenta,
no sé cuanto tardaré.
M. Beltrán
martes, 17 de febrero de 2009
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Te estas puliendo como un diamante embruto, seguiremos los capitulos siguientes con entusiasmo.Me gusta mucho que escribas.
ResponderEliminarTu hermana pequeña.