
Era en un día de marzo
cuando una flor se tronchó,
dejando aromas a su paso
de su rama se desprendió.
Unas niñas que jugaban
la vieron como se cayó,
y como ellas la amaban
se les partió el corazón.
Se abrazaron a su madre
con mucha pena y dolor,
no comprendían el porqué,
con lo bella que era la flor.
Su madre las consolaba
y su dolor era el suyo,
con amor las animaba
a recordarla con orgullo.
Josefina
cuando una flor se tronchó,
dejando aromas a su paso
de su rama se desprendió.
Unas niñas que jugaban
la vieron como se cayó,
y como ellas la amaban
se les partió el corazón.
Se abrazaron a su madre
con mucha pena y dolor,
no comprendían el porqué,
con lo bella que era la flor.
Su madre las consolaba
y su dolor era el suyo,
con amor las animaba
a recordarla con orgullo.
Josefina
Hermana;¡qué bonita!, me he puesto a llorar como una tonta y es que no puedo olvidarme de esas niñas en el día del padre sin el suyo. Ayer llamé a la Mari.
ResponderEliminarMi recuerdo entrañable para esa flor desprendida, que siempre dejará su añorado aroma entre todos nosotros.
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