Este niño grande mío
que tan mimado se ha vuelto,
lo tengo que reeducar
si no, saldré yo perdiendo.
La verdad es que me encanta
verlo tan sumiso y tierno,
y paso por ser su hada...
aunque sea poquito tiempo.
De secarlo en la ducha
disfruto yo mas que él,
pues le quito los granitos
y le perfumo la piel.
Con los mimos y arrumacos
que le regalo al día,
seguro si se pesara
cuatro kilos engordaría.
Pero ya le queda poco
porque lo veo muy fuerte,
las aguas vuelven a su cauce,
pero con mas remaniente
¡Y yo me siento feliz
cuando lo veo discutir,
aunque pronto lo lamente!
Anny
lunes, 13 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Sigue mimándolo así
ResponderEliminary disfruta del momento,
que con los mimos y besos
los kilos irán en aumento
y todos estareis contentos.
Malcriar a los chavales
ResponderEliminarsiempre ha sido mal asunto,
haber si con tantos mimos
resulta que se acostumbra
y después no es el mismo.
Nos gusta cuando discute
y se altera con los temas,
así siempre lo hemos visto
y así queremos que siga
Un abrazo.
¡Huy¡ Que tierna que te has puesto
ResponderEliminary que cuco lo veo a él,
se aprobecha del momento
y se deja así querer.
Pero el que se encuentre fuerte
eso si que nos da gusto,
que sea ya el de siempre
y que pierda ya ese susto.
Yo también quiero mimar
ResponderEliminary abrazar a ese pequeño.
Es alguien muy especial,
cariñoso y halagüeño.
UN beso grande.