Estoy sentada en la silla
debajo de la enramada,
me siento un poco solilla
aquí en la cortijada.
La oscuridad de la noche,
envuelve a nuestras montañas,
alguna que otra luz tenue
se ve, un poco lejana.
Se oye la voz de algún crio,
que aun no se ha ido a la cama,
se escucha como un gemío
en la lejana montaña.
Miro al cielo, mil estrellas
me acompaña en la velada
y mi pluma se desliza
entre la hoja de rayas.
¡Echo de menos a mi gente,
casi por la madrugada!
Loli
martes, 28 de julio de 2009
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¡Oh divina cortijada!
ResponderEliminarQue inspiras a los poetas
y penetras en su carma
estremeses y das sociego
¡con la quietud de tus noches
yo me envuelvo!
Vente para la Torre. Y asi no nos echas de menos, por lo menos a unos pocos.
ResponderEliminarTu, disfruta del silencio
ResponderEliminary la paz de estos días,
que cuado lleguemos todos
con toda la algarabia
no encontrarás el momento
para escrivir poesia.
Besos.