Noche de fuego,
luna caliente,
cuerpos que sufren,
ardor en la frente.
Se quemó la vida,
se quemó la muerte.
Se fundieron juntas
ante el sol ardiente
Verano infernal,
que de nuevo matas
con fuego mortal
Que abrazas y lames
todas las laderas
y cubres el monte
con tu capa negra.
Quitas la esperanza,
das temeridad
y dejas los bosques
en gran soledad
Danos un respiro para retomar
y dentro de un tiempo poder repoblar.
Anny
viernes, 24 de julio de 2009
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El fuego siempre es terible
ResponderEliminarcuando invade nuestros campos,
que con sus llamas, sublime,
arrasa todo a su paso.
Y todavía lo es peor
cuando se cobran las vidas,
de aquellos que por error
la esponen y se las priva.