
Una gitana que pasó a mi lado
me dijo muy graciosa y altanera,
¡Oye chiquilla! déjame tu mano
que voy leerte sus rigueras.
Yo la miré de frente y sin espanto.
¿Para qué? mi vida ya está hecha.
Y cogiéndome la mano mientras tanto
contestó,¡Quién sabe! muy despacio ella.
"Cuando el mar choca contra las rocas
limpia todas las aguas muertas,
la arena se escurre blanca y fina
y a lo lejos, el horizonte
abre fronteras".
La gitana se fue muy lentamente
y yo me quedé pensando en ella.
Anny
No hay comentarios:
Publicar un comentario