Bajo tu cielo nací
y tú me viste crecer,
de tu gente yo aprendí
a vivir con sencillez.
Recuerdo cuando saltaba
por esos campos tan bellos,
mi prima me acompañaba
junto a mi hermano el pequeño.
A la sombra o al solano
de aquél sol tan placentero
y tus noches de verano
y tus bonitos senderos.
Aquellas noches de luna
y el brillar de sus estrellas,
jamás volví a ver ninguna
noche linda como aquellas.
Nos cubría bajo su manto
de tus noches al sereno ,
¡nunca podrás saber cuanto
las he echado de menos¡.
Por eso, aunque estoy lejos
no pienses que te he olvidado,
en mi mente yo te llevo
ante lo bueno y lo malo.
Ay mis Pepones querido
como te voy a olvidar,
si tú en mi vida has sido
el pilar fundamental.
La niñez que tú me diste
fue lo mejor de mi vida,
con amor tú me ofreciste
aquellas cosa sencillas.
Pusiste en mi canino
gente tan noble y tan buena
que iluminó mi destino,
su recuerdo me consuela.
Fue como una gran familia
lo que en mi entorno pusiste
y me sentí tan querida
que el cariño aun persiste.
Por mucho que pase el tiempo
nunca te voy a olvidar
y me ahoga el sentimiento
porque muchos ya no están.
Y siento una gran ternura
siempre que hablo de ellos
y con inmensa dulzura
en mi corazón los llevo.
Isabel
lunes, 22 de junio de 2009
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Preciosos y dulces recuerdos
ResponderEliminarlos que afloran tras tus letras
estoy contigo de acuerdo,
y en tu alma se reflejan
Un beso grande.
Aunque ya te lo dije en persona que me ha gustado mucho tu poesía, ahora, al volverla a leer me gusta todavía más.
ResponderEliminarUn beso
Mi prima,que es bella y fuerte,
ResponderEliminartiene un talón de aquiles,
sus recuerdos y su gente...
Un fuerte abrazo.