Aquel clavel que crié
y con esmero cuidé,
que al tiempo que el crecía
yo disfrutaba con él
Dijo adios a la esperanza,
a la alegria compartida,
a las mil y una vivencia
que nos depara la vida.
Se rompió su fragil cuerpo,
su alma se liberó
de ese sufrimiento lento
que en meses lo acompañó.
Que los angeles te guien,
que el firmamento te abrace,
que la luz de las estrellas
iluminen tu camino
en ese nuevo destino...
¡Yo pensaré siempre en tí!
Anny
lunes, 22 de junio de 2009
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Nunca le olvidaremos, fué alguien muy especial para nosotras, ya que lo vimos nacer y un poquito fué nuestro Juanito.
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