En un jardín mal cuidado
una rosa envejecía
la observé muy desolado
y oí como me decía.
También fui bella y hermosa
regada con agua fresca
pero murió el jardinero
que cuidaba mi belleza.
Noté rasgos de grandeza
de una flor afortunada
que antes de su pobreza
la vida le agasajaba.
Lo mismo que los humanos
las plantas también padecen
echan de meno las manos
que las cuidaban y fenecen.
M. Beltrán.
viernes, 8 de abril de 2011
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bellisimo y sublime poema nos regalas, esta asturiana te da infinitas gracias por emocionar nuestros sentimientos con el y te manda un besin muy muy grande.
ResponderEliminarHay muchas rosa ajadas,
ResponderEliminarque por el dolor o el tiempo,
ha dejado de ser bellas
aunque lo sean por dentro.
¡preciosa, como siempre!
La esencia de una bella flor
ResponderEliminarpuede quedar en algún pétalo
y entre las hojas de un libro
florecer en cualquier verso.
Adquirir una nueva forma,
sugerir un nuevo silencio,
darle al tiempo otro valor
y valor al etéreo tiempo..
Un beso para el poeta.