BIENVENIDOS A NUESTRO RINCON...
Somos una familia amante de la poesía. Esta afición nos viene de nuestro padre. A él siempre le gustó la poesía.
Fue un hombre sencillo, de campo, sin apenas estudios, pero que siempre le agradó leer a los clásicos poetas e hizo él mismo algunas poesías que a nosotros nos parecían muy bonitas cuando nos las leía. En ellas expresaba sus vivencias.
Después de su muerte, nos ocurrió algo extraordinario, nosotros, que jamás habíamos sido capaces de rimar dos palabras seguidas, empezamos a hacer nuestros pequeños poemas.
Al principio dirigidos a él, más tarde expresando nuestros pensamientos y vivencias.
Por eso, el otro día, en una reunión familiar, comentamos que sería bonito el hacer un blog para escribir nuestras poesías, y aquí estamos, intentado hacer lo que nos gusta y esperando disfrutar con ello.

miércoles, 16 de marzo de 2011

GRAN CALIDAD HUMANA



UNA ESPAÑOLA EN JAPON

Monserrat Sanz, que llegó a Japón hace 15 años para trabajar en la Universidad de Kobe, estaba en un congreso en Tokio cuando la tierra tembló. Todo el protocolo de seguridad se siguió según lo previsto: salir de los edificios, detener el transporte público, abandonar las estaciones subterráneas, entre otras muchas medidas, que los japoneses conocen y respetan a rajatabla.

Según explica Montserrat, en Japón "hay un sistema social que funciona perfectamente gracias a la responsabilidad individual de cada uno por sus tareas". Y no lo dice simplemente por la rápida actuación del pueblo inmediatamente después de la catástrofe, sino también por la gestión de la crisis nuclear. La española está convencida de que "si hay un país donde se pueda aplicar tecnología al mismo tiempo que responsabilidad, es Japón. Si hay un desastre nuclear, las evacuaciones se han hecho a tiempo en su mayoría y se ha hecho todo lo humanamente posible", explica.

Asombrada por el sensacionalismo con el que se está tratando la catástrofe fuera, critica esa "obsesión de los medios occidentales por captar lágrimas, sentido de la tragedia, por buscar escenas morbosas, pero aquí eso es más difícil porque no les gusta airear sus miserias, no les gusta victimizarse en absoluto".

"Los japoneses son personas cálidas y con una gran calidad humana. Por supuesto que sufren y lloran. Lo que ocurre es que esas manifestaciones se guardan para lo privado, para los momentos íntimos con las personas cercanas", asegura Montserrat admirada por un pueblo para el que "lo más importante es la colectividad, aportar a la reconstrucción, no perder tiempo victimizándose". Aunque ella sabe perfectamente que sufren.

Por esa admiración y los deseos de ayudar, está deseando que se reanuden de nuevo las clases en la universidad. En abril regresará a las aulas para seguir con la educación de los jóvenes, a los que ella considera "la esperanza de sacar al país de la depresión en que lleva sumido dos décadas, y ahora con más razón".

Lejos de querer salir corriendo, Montserrat se siente "afortunada de estar viviendo una experiencia como ésta" con una gente cuya actitud le proporciona "una lección de vida diaria". Para ella "es impresionante ver cómo reaccionan. El sentimiento de responsabilidad, colectividad, esfuerzo, dignidad y agradecimiento son espectaculares". Más motivos para quedarse y trabajar por el futuro de Japón.

1 comentario:

  1. nos están demostrando una fuerza de espiritu y una dignidad que es digno de alabar, un besin de esta asturiana muy grande.

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