Algo me despertó, quizás los rayos de un sol que entraban por los ventanales de mi ático.
Después de una ducha reparadora me vestí tras escoger entre mis incontables jerseys y pantalones, unos iguales a los del día de antes, pero con diferente color.
En la cocina, que contaba con utensilio, que algunos ni sabia si realmente tenían utilidad, me preparé un desayuno cuantioso.
Una mesa de cristal que tenía en la terraza, que dominaba la ciudad, me sirvió para tan solo probar de los diferentes platos que había preparado. La resaca del día anterior provocaba que todo tuviese el mismo sabor.
Baje al garaje del edificio y elegí entre modelos diferentes, el vehiculo que hoy me llevaría hasta la playa, ¡le tocó al rojo!
En mi viaje, ni camión de la basura, ni atasco a la puerta del colegio, ni semáforo que me haga esperar el paso de otros,…nada evitaba que pudiese probar todo lo que daba de si aquel deportivo.
Llegue a la playa y deje mi coche justo en la escalinata del paseo que daba a la playa.
Tras colocar mi toalla cercana a la orilla, me sumergí en el agua y con algunas brazadas intentaba dejar atrás el dolor de cabezas que aún me acompañaba.
Ya cuando estuve sobre la toalla y el sol secaba mi cuerpo, mire ha ambos lados y, nada me molestaba, ni niños jugando a la pelota, ni parejas jugando a la raqueta, ni sombrillas que me tapen el sol, ni…, todo era silencio, solo el batir del agua en la arena.
Solo habían pasado cinco días, cuando en aquella misma playa rebosante de personas, había deseado tras horas tirando de un carro lleno de bebidas por la arena, Ser infinitamente rico y que todos desapareciesen (dueño de mi propio mundo).
Todo se hizo realidad,
¡Y allí estaba con mi soledad!
Mientras desenroscaba una botella que llevaba, pensé:
Hasta Él tuvo que crear un ser tan imperfecto como el ser humano para no estar solo.
Y desee estar soñando mientras bebía.
Jose Manuel
miércoles, 11 de noviembre de 2009
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La soledad nunca es buena y a veces la deseamos,
ResponderEliminarcuando estamos cansado de la lucha y el estrés
y queremos sentarnos y sentirnos relajado.
Pero pronto sentimos la necesidad punzante
de tener alguien aquí a nuestro lado,
para poder comentar, mirar, o solo abrazarte
y sentirnos así mucho mas agraciado.
No nos gusta vivir solo
ResponderEliminary menos con tanta riqueza,
nos gusta pavonear-nos
así es nuestra naturaleza.
Pero voy a pedir un deseo
como el del carro de bebidas,
no creo que resulte feo
pedir para navidad,
me toque la lotería
para a los mios ayudar.
Me gusta tu faceta de escritor, lo haces muy bien primo. Desde luego el estar solo debe ser muy triste, por desgracia hay muchas personas solas en el mundo y en peor situación que el de tu historia.
ResponderEliminarMe deleitas con tus relatos,
ResponderEliminares muy buena tu narrativa,
y a mí me dejas cautiva,
esperando el siguiente paso.
Me encantó tu comentario
ResponderEliminary tu modo de escribir,
y estas cosas que tu sueñas
que me gustan tanto a mí.
Sigue escribiendo sobrino
que así solo no estarás,
porque toda tu familia
así te acompañarán.
Cuando leo yo tus frases
me acuerdo de tu mamá,
que contenta se pondría
al ver lo unidos que están.
Muchos besos de tu tita.
Dueño de mi propio mundo......
ResponderEliminarNo estaba solo,
estaba con mi soledad,
la febril plañidera
de mis noches en vela.
No estaba solo,
con la voz de mi alma seca
sin ruido de voces fuera.
No estaba solo,
Él lo comprenderá.
Aunque, deseé estar soñando mientras vivia.....