¡Oh sol! que te escondes tras las montañas
y dejas el horizonte dorado,
traes a mi mente el recuerdo amado
de cosas que se fueron y aun me acompañan.
Me siento flotar de una forma extraña,
me mueve ese aire igual que un tornado,
me lleva allí lejos en tiempos truncados
y me siento atrapada en esa maraña.
Pero de pronto sus redes se aflojan,
sus rayos dorados me inundan de paz,
me siento calmada, ya no hay congoja,
la vida es bella pero muy fugaz,
hay que vivir y esperar que nos acojan
cuando ya acabemos aquí de luchar.
Fina
Al final lo conseguiste,te salió muy lindo el soneto, paras que digas después que no te salen.
ResponderEliminar¡Que preciosa!Me ha encantado.
ResponderEliminarun beso grande.