La noche estaba tranquila
la paz reinaba en el monte,
de pronto un águila grita...
''arde todo el horizonte''.
El rebaño adormilado
pronto se va despertando,
y el olor de lo quemado
los nervios les va alterando.
El pastor desesperado
no encuentra la solución,
pues las llamas van de prisa
y no tienen compasión.
Si quiere salvar el rebaño
nunca lo conseguirá,
y si las deja a su suerte
seguro que morirán.
El fuego viene avanzando
no queda salida alguna,
perdió el tiempo pensando
morirán todos auna.
Miles de cosas bonitas
se le pasan por la mente,
que ya nunca las vería
porque aquello era inminente.
De pronto se abre el cielo
algo brilla intermitente,
su cuerpo esta sudoroso
se despierta de repente.
M. Beltrán.
jueves, 5 de agosto de 2010
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Mientras iba yo leyendo
ResponderEliminarme vi en medio del incendio
con la angustia del pastor
y sus ovejas corriendo.
Menos mal que fue un mal sueño
y tuvo un final feliz
cuando despertó el dueño
viendo completo el redil.
Muy ingeniosa.
También soñé yo anoche
ResponderEliminarque un camión me tiraba,
me arrollaba hacia otro coche,
yo creí que me mataba.
Mientras solo sea un sueño,
bendito sea el despertar,
lo malo es cuando son ciertos
y no podemos escapar.