Salí cargada de maletas,
la ilusión me iba rebosando.
Cada paso que daba en el camino
volvía la vista atrás sin desearlo.
Aunque hice varios altos en el trayecto
por fin alcancé el destino deseado,
y después de bañarme en su embrujo
quise desandar los pasos ya andados.
Y es que ya formo parte de dos tiempos,
dos culturas, dos tierras, dos amores,
y solo tengo un corazón partido
cargado de maletas y de ilusiones...
¡Con el tiempo aprenderé a conjugar
la mezcla sin volver la vista atrás!
Anny
miércoles, 18 de agosto de 2010
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Ya veo que llegaste a tu fuente de inspiración (nuestra casita). como tú bien dices ya pertenecemos a dos sitios, el de aquí y el de allá, y nuestros amores están repartidos, aunque la balanza, creo que se inclina más para aquí pues hay más peso,ahí están nuestras raíces, aquí toda una arbolada.
ResponderEliminarCorazón partido tenemos
ResponderEliminarno somos de aquí ni de allá,
si alguna parte volvemos
se nos queda otra atrás.
Siempre con maleta a cuesta
que no se llegan ni a abrir,
ilusiones siempre frescas
que se vuelven a morir.