Su color púrpura segaba los ojos,
el viento la mecía con poderío,
ella sola, en medio de aquel campo,
tierra húmeda, impregnada de rocío
Contra viento y marea sobrevivió,
su tallo resistió al frío invierno,
los desgarros de sus hojas y de su flor
fueron curando cuando el tiempo mejoró
Pero un atardecer brillante y tibio
unos dedos trémulos la rozó,
acarició sus pétalos suavemente
y su aroma tiernamente inspiró.
Fue aquella noche, entre los campos,
cuando la hermosa amapola pereció,
no pudo resistir el desencanto
de la nueva soledad que la invadió..
Y siguiendo a la noche en su preludio,
se desprendió el tallo de la flor,
cada pétalo voló hacia un punto nuevo
multiplicando su brillo y su color
¡Buscando por los cielos un nuevo suelo
donde poner su esperanza y su esplendor!
Anny
jueves, 17 de diciembre de 2009
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Me gustó tu bella flor
ResponderEliminarme gustó tu inspiración,
que delicado y bonito
es el poema y su flor.
La amapola sin el trigo
ResponderEliminarvive muy desconsolada,
bastó la caricia de un amigo,
después se sintió asolada.
Muy linda
Es bonita, pero siempre
ResponderEliminarnos gusta saber el porqué,
aquí me encuentro perdida
no se por donde cojer.
BESITOS.
Amapola, bella flor entre las flores,
ResponderEliminarde belleza salvaje y armonía,
llena de rojos colores,
de alegre viveza y lozanía.
¿Quién no cogió una amapola
¡en medio de un campo verde?
¿Quién no se admiró al verla,
y gozó de su deleite?
OH flor! ,nadie te plantó
y saliste siempre hermosa
entre hierbas o troncón
te admiré, siempre preciosa.
Tu si eres una preciosa flor, tus sentimientos y tus versos lo transmiten.
ResponderEliminarUn beso