Una sensación extraña
esa noche me invadió,
el ultimo de mis hijos
marchaba, decía adiós.
Allí quedé yo sentado
mirando el ordenador,
fingía, mirar los coches
que no veía ni el color.
De pronto sonó la puerta
el silencio apareció,
solo unos leves lamentos
de nuestra blanca gatita
entrando en su habitación.
El nido queda vacío
la nostalgia nos invade,
que suerte hemos tenido
que hijos más entrañables.
Mil vidas que yo viviera
repetiría la experiencia,
aunque te hacen sufrir
más grande es la recompensa.
M. Beltrán.
lunes, 12 de octubre de 2009
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Al leer tu poesía
ResponderEliminarme he sentido emocionar,
pues sé que también agún día
me sentiré en tu lugar.
Es ley de vida, decimos,
y sabemos que es verdad,
pero muy dentro sentimos
los sentimientos brotar.
Cuando tienes a tus hijos
el mundo ya no es igual,
vives por estar con ellos
y darles felicidad.
Por eso cuando se van
los echamos a faltar,
esperemos que los nietos
nos vuelva a rejocijar.
Es verdad que da nostalgía
ResponderEliminarcuando los hijos se ván,
porque aunque vivan cerca
ya no los puedes arropar
Y el hogar le queda grande
a ésta nueva soledad
Me ha dado mucha emoción
ResponderEliminaral leer tu poesía,
y ya pensé que algún día
a mí también me pasó.
Pero eso es ley de vida
así lo dispuso Dios,
y tendremos que seguir
aunque duela el corazón.
Porque ellos van contentos
a su nidito de amor.
Aunque hoy sientas nostalgias
ResponderEliminarporque tus hijos se han ido,
Los tienes aquí muy cerca
y los verás muy seguido.
Ellos vendrán a tu casa
y sino tu a las suyas
y cuando no en el campo
estaremos toda la familia.
Dificil con nido lleno y con nido vacio.
ResponderEliminarESta vida no tiene arreglo...
Al fin he podido leer
ResponderEliminarvuestros fieles comentarios,
y me dejais entrever
que no es ningún calvario
esto suele suceder,
la noche se vuelve oscura
pero llega el amanecer.
Solo hacer un incapié
al ùltimo comentario,
la vida en sí, ya es un placer
tienes que considerarlo
para así, sentirnos bién.