BIENVENIDOS A NUESTRO RINCON...
Somos una familia amante de la poesía. Esta afición nos viene de nuestro padre. A él siempre le gustó la poesía.
Fue un hombre sencillo, de campo, sin apenas estudios, pero que siempre le agradó leer a los clásicos poetas e hizo él mismo algunas poesías que a nosotros nos parecían muy bonitas cuando nos las leía. En ellas expresaba sus vivencias.
Después de su muerte, nos ocurrió algo extraordinario, nosotros, que jamás habíamos sido capaces de rimar dos palabras seguidas, empezamos a hacer nuestros pequeños poemas.
Al principio dirigidos a él, más tarde expresando nuestros pensamientos y vivencias.
Por eso, el otro día, en una reunión familiar, comentamos que sería bonito el hacer un blog para escribir nuestras poesías, y aquí estamos, intentado hacer lo que nos gusta y esperando disfrutar con ello.

sábado, 24 de octubre de 2009

Un día de invierno


Caminito de la escuela
iba yo con mis hermanos,
cogiditos de la mano
por una veredita estrecha.

Con una batita blanca
y las piernecitas al aire,
sin poder taparlas nadie
sin mas abrigo ni capa.

Era invierno, y muy frío
el viento rugía y rugía,
a nosotros nos mecía
como hojas al albedrío.

Aveces nos aliviaba
el tirar por el arroyo,
o nos consolaba un poco
cruzar a media solana.

Mi madre estaba en la loma
para ver cuando llegamos
y nosotros allí miramos
para ver si ella se asoma.

Y cuando por fin entramos
nos ponemos ya contento,
ya no sentimos al viento
allí estamos resguardados.

¡Que tiempos eran aquellos!
Y así éramos felices,
no había radio ni tele
y todo nos parecía bello.
Fina

3 comentarios:

  1. Nada tiene que ver
    con lo que hay ahora,
    ir a la escuela a aprender
    era la mejor hora.

    La sencillez de la escuela,
    y de la maestra rural,
    así sentíais a su vera
    que cada uno era especial.

    Besitos

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  2. Al leer tu poesía
    me recuerdo del pasado
    y siento el frío todavía
    cogedita de tu mano.

    ¡Que tiempos fueron aquellos...!
    aunque duros, muy amados,
    todavía al pensar en ellos
    me emociona el recordarlo.

    Y me veo por la lomilla
    con el frío y con el aire,
    diciendo una cancioncilla
    para poder consolarme:
    "no acobardarse del viento,
    has que el viento se acobarde"

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  3. ¡No acobardarse del viento,
    que el viento se acobarde!
    Esa frase la recuerdo,
    como una cantileta,
    que cantaba cada día
    cuando bajaba la cuesta.

    También hubo cosas bonitas
    dificiles de olvidar,
    y personas importantes
    para la escuela olvidar.

    me quedo con el recuerdo
    de la maestra Isabel,,
    que fué esa personita
    que me enseñó a leer.

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