Caminito de la escuela
iba yo con mis hermanos,
cogiditos de la mano
por una veredita estrecha.
Con una batita blanca
y las piernecitas al aire,
sin poder taparlas nadie
sin mas abrigo ni capa.
Era invierno, y muy frío
el viento rugía y rugía,
a nosotros nos mecía
como hojas al albedrío.
Aveces nos aliviaba
el tirar por el arroyo,
o nos consolaba un poco
cruzar a media solana.
Mi madre estaba en la loma
para ver cuando llegamos
y nosotros allí miramos
para ver si ella se asoma.
Y cuando por fin entramos
nos ponemos ya contento,
ya no sentimos al viento
allí estamos resguardados.
¡Que tiempos eran aquellos!
Y así éramos felices,
no había radio ni tele
y todo nos parecía bello.
Fina
Nada tiene que ver
ResponderEliminarcon lo que hay ahora,
ir a la escuela a aprender
era la mejor hora.
La sencillez de la escuela,
y de la maestra rural,
así sentíais a su vera
que cada uno era especial.
Besitos
Al leer tu poesía
ResponderEliminarme recuerdo del pasado
y siento el frío todavía
cogedita de tu mano.
¡Que tiempos fueron aquellos...!
aunque duros, muy amados,
todavía al pensar en ellos
me emociona el recordarlo.
Y me veo por la lomilla
con el frío y con el aire,
diciendo una cancioncilla
para poder consolarme:
"no acobardarse del viento,
has que el viento se acobarde"
¡No acobardarse del viento,
ResponderEliminarque el viento se acobarde!
Esa frase la recuerdo,
como una cantileta,
que cantaba cada día
cuando bajaba la cuesta.
También hubo cosas bonitas
dificiles de olvidar,
y personas importantes
para la escuela olvidar.
me quedo con el recuerdo
de la maestra Isabel,,
que fué esa personita
que me enseñó a leer.