El tronco seco del viejo cerezo
desapareció cortado a trocitos,
con una sierra poquito a poquito
fue perdiendo cuerpo y sus aderezos.
Sus frutos rojos que sabían a besos
dejó de deleitarnos en las mañanas,
cuantas veces subimos a sus ramas
pisando ese tronco,sin quejarse por eso.
Cuantas veces estuvimos a su sombra
gozando de su fruta y su frescura,
o escuchando el sonido de la alondra,
la paloma o el jilguero en su hermosura.
Y los niños corriendo por su alfombra
de las hojas que caen con premura.
desapareció cortado a trocitos,
con una sierra poquito a poquito
fue perdiendo cuerpo y sus aderezos.
Sus frutos rojos que sabían a besos
dejó de deleitarnos en las mañanas,
cuantas veces subimos a sus ramas
pisando ese tronco,sin quejarse por eso.
Cuantas veces estuvimos a su sombra
gozando de su fruta y su frescura,
o escuchando el sonido de la alondra,
la paloma o el jilguero en su hermosura.
Y los niños corriendo por su alfombra
de las hojas que caen con premura.
Fina
Te salió preciosa, me ha gustado mucho, ésta puede servir para el concurso ¿por eso no has puesto el nombre?
ResponderEliminarPobre cerezo
ResponderEliminary su fruto tan deseado
con la llegada del verano
lo ibamos saboreando.
¿que concurso?. Yo no me he enterado
No creas que no lo sentí
ResponderEliminartener que sacrificarlo,
pero el dejó de vivir
como si fuera un humano.
Verdad, que nos extasió
con su fruta y su frescura,
y del sol nos protejió
cual padre a sus criaturas.
Un abrazo.
Preciosa la poesía.
ResponderEliminarPaso por aquí para informaros de la publicación de mi primer cuento. del cual me gustaria tener vuestra opinión. Lo podeis leer en el blog.
http://lashistoriasdemisabuelos.bolgspot.com
Un beso de todo corazón.
Con tu rojo embellecía
ResponderEliminarcon tu dulzura calmaba,
con tu belleza nos daba
satifación y armonía.