Cuando el río baja revuelto
y la tormenta acecha,
las aves alzan su vuelo,
buscando un nuevo sendero
que del frío las proteja.
La naturaleza es sabia,
la inmensidad de su mundo
y el plancton que la alimenta,
crea miles de recursos,
de vida y supervivencia.
Siempre surge una salida
en su volar tortuoso,
para así encontrar reposo
y el calor de un ave amiga.
E inmersas en su aventura
van recuperando fuerzas
¡Pero siempre han de volver
a buscar nuevas cosechas!
Anny
lunes, 21 de septiembre de 2009
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La naturaleza es sabia
ResponderEliminarpero el humano es cruel,
hemos puesto mil fronteras
y no nos interesa ver
que hay personas en el mundo
que no tienen para comer.
Si pudieran emigrar
a buscar sus alimentos,
o si pudieran volar
se acabarían sus tormentos.
Pero además de fronteras
nos hemos repartido el pastel
nos ponemos como fieras
si alguien intenta comer.
Un beso, muy bonita tu poesía.
Todas las aves son libres
ResponderEliminarpueden volar donde quieran
nadie las va a criticar
por buscar nuevas fronteras.
Quién como el ave pudiera
volar,y sentir en su vuelo
la livertad placentera,
gozando al cumplir su anhelo.