Ya no nos cabe en las manos
los recuerdos y las risas,
lo malo, lo descartamos,
el resto se va absorviendo
sin demora y sin prisas.
Hoy camino por la calle
para llegar junto a tí,
charlar un rato, mirarte,
y que tu me abraces a mí.
Aunque las dos somos grande
nos gusta sentirnos niñas,
el alma nunca envejece,
y siempre se fortalece
con los mimos y las caricias
¡Por un alma, fuerte, fuerte!
Anny
domingo, 24 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
La pequeña tu has sido,
ResponderEliminarcariñosa y salamera,
los arrumacos y mimos
no me faltaron a tu vera.
Querida siempre me siento
con tus besos y caricias
y como tanto te quiero
me gusta sentir tu risa.
Y verte alegre y contenta
disfrutar de tu familia
de tu nieto y de tu nieta
que son una maravilla.
Abrazos de tu mamá que te quiere mucho