Que negrura tan grande...
que tristeza infinita,
el dolor todo invade,
el corazón se agita.
Las tinieblas te envuelven,
ya todo se marchita,
la impotencia te hiere,
se hiela la sonrisa.
Y te quedas inerte
todo se precipita,
tus creencias, tu fe,
tu vida hecha trizas.
No sabes lo que hacer
con el dolor que ahoga,
te siente enloquecer
los sollozos afloran,
Y lentamente el alma
a gota a gota llora,
dejando una gran huella
que jamás se amenora...
lunes, 11 de enero de 2010
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La mente se queda en blanco
ResponderEliminarla impotencia nos invade,
mil preguntas al momento
sin respuestas aceptables.
Y es que somos como el polvo
o la arena de un desierto,
que la zarandea el aire
no hay motivos, si tormento.
La calma llega después
pero siempre deja huella,
la luna saldrá otra vez
pero le falta una estrella.
Con todo mi cariño
M. Beltrán.
Una hermosa estella se fué,
ResponderEliminarde esas que dejan huella,
sin su luz ni su calor
su casa se queda a ciegas.
¡Espero que su recuerdo
sirba para mantenerla!
Su luz desde allá donde esté
ResponderEliminarno dejará de alumbrar,
su reflejo ayudará a ver
dentro de esta oscuridad.
Una estrella tan brillante
no puede desaparecer,
su luz brillará constante
no pensemos que se fue