Ni en los vastos valles de la arrogancia
ni en las oscuras cavernas del egoismo
ni en las temibles cumbres de la soberbia.
Dos palabras repiquetean en mi interior
dos palabras que no sucumben al antojo del momento,
que no perecen en la ignominia de mis carencias
ni se atribuyen falsos méritos y aptitudes.
Ni en la cristalina calma de tu boca
ni en la agradable brisa de tus palabras
ni en la malicia de tu mirada...
Jaume, años atrás.
Publica Mari (ya que tú no lo publicas lo hago yo, sino no habérmelo contado. un beso)
jueves, 2 de abril de 2009
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Esas dos palabras
ResponderEliminartienen fuerza
pa eclipsar al universo...
Muy profundo, se nota que es mi sobrino.
ResponderEliminarUn abrazo Jaume