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Bajo un techo plateado
con adornos y colgaduras
se distinguen con holgura
las parejas entrelazados.
Es el Vals, el Vals salteado,
que la orquesta está entonando
y las parejas bailando,
tan alegres y tan risueñas,
en la costa malagueña
Se distinguen con su agrado.
-“Una vuelta, dos, tres, más.
Gira, gira, gira al viento,
siempre al compás el movimiento,
así se baila este Vals.
Un paso vivo hacia atrás,
encogidos al mismo tiempo,
elevándose los cuerpos
para bajar de seguida.
¡Repítelo bien, mi vida,
ese mismo movimiento!”.
Así se dan instrucciones
los mozos a las mocitas,
tan guapas y tan bonitas,
que es un baile de ilusiones.
Se declaran los amores
en este Vals salteado:
Un muchacho enamorado
de su bella compañera,
le dice: - “Si usted quisiera
seria su apasionado.”
Ella contesta al momento:
-“No estamos para pensar.
Mira que pierde el compás.
O baila bien o le suelto!”
-“¡Por lo que en mi vida siento
no me dejes así chiquilla,
que eres una maravilla
de cuerpo tan corpulento
y bailas con tal acierto,
como no hay otra chiquilla.!
-“¡Jesús que cansado eres!
El baile va a terminar.”
-“Pues entonces a descansar.
Después hablamos si quieres.”
Y como el que el viento hiere,
de pronto resuena y zumba
los compases de una rumba,
la orquesta toca enseguida
y las parejas cogidas
al “tacatrá” se deslumbran.
con adornos y colgaduras

se distinguen con holgura
las parejas entrelazados.
Es el Vals, el Vals salteado,
que la orquesta está entonando
y las parejas bailando,
tan alegres y tan risueñas,
en la costa malagueña
Se distinguen con su agrado.
-“Una vuelta, dos, tres, más.
Gira, gira, gira al viento,
siempre al compás el movimiento,
así se baila este Vals.
Un paso vivo hacia atrás,
encogidos al mismo tiempo,
elevándose los cuerpos
para bajar de seguida.
¡Repítelo bien, mi vida,
ese mismo movimiento!”.
Así se dan instrucciones
los mozos a las mocitas,
tan guapas y tan bonitas,
que es un baile de ilusiones.
Se declaran los amores
en este Vals salteado:
Un muchacho enamorado
de su bella compañera,
le dice: - “Si usted quisiera
seria su apasionado.”
Ella contesta al momento:
-“No estamos para pensar.
Mira que pierde el compás.
O baila bien o le suelto!”
-“¡Por lo que en mi vida siento
no me dejes así chiquilla,
que eres una maravilla
de cuerpo tan corpulento
y bailas con tal acierto,
como no hay otra chiquilla.!
-“¡Jesús que cansado eres!
El baile va a terminar.”
-“Pues entonces a descansar.
Después hablamos si quieres.”
Y como el que el viento hiere,
de pronto resuena y zumba
los compases de una rumba,
la orquesta toca enseguida
y las parejas cogidas
al “tacatrá” se deslumbran.
José Beltrán
Que bello bailar este delicioso vals! que lindo lo haz expresado!!!!!!!!!!
ResponderEliminarEn el Vals de la vida
ResponderEliminartodos estamos bailando
sin mirar ni siquiera
a quien estamos pisando.
El ritmo al que nos mueven,
el estrés en el trabajo
no saben si van o si vienen
si cabeza arriba o abajo.
Preciosa la poesia. Me trasporta a esa sala de fiestas, o al campo del pueblo donde solia bailar. Tampoco tiene desperdicio la contestación, que despues de dejarnos soñar un momento nos trae de nuevo a la realidad, pero yo me digo ¡que me quiten lo bailao!
ResponderEliminarSaludos a los dos. Celia