Aquel niño tan bonito
quería hacer melodías,
de tanto tocar el pito
calló en melancolía.
Se volvió medio tontito
y siempre se entristecía
al ver que ni un poquito
a su cabeza venía.
Pero por fin llegó el día
que terminó su canción,
juntos toda su familia
le envolvió de corazón.
La presentaron al alcalde
y vieron con satisfacción
una sonrisa muy grande
y una gran admiración.
Y así fue como este niño
que la música admiraba
triunfó ya por todo el mundo
y a todos enamoraba.
Maestro músico
lunes, 24 de septiembre de 2012
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