En una ciudad, no muy grande, vivía un chico al que le gustaba mucho la música, Tenía una guitarra y se pasaba muchas horas acariciando sus notas tratando de sacar alguna melodía o canción. Sin olvidar nunca sus estudios a los que prestaba toda su atención.
Mars, pues así se llamaba el chico admiraba toda clase de música, pero en especial la clásica, le encantaba oirla y decía que así podía volar a países imaginarios. Sus amigos a veces se reían de él y le decían que era muy anticuado.
Un día entró en una tienda de discos, tras el mostrador una chica rubia con los ojos azules atendía a los que preguntaban o querían algo, se oía el Danubio Azul de Johann Strauss, Mars se fijó en sus ojos y se vio bailando con ella sobre un lago azul, pensó que estaba soñando...
_¿Que desea?_ preguntó la chica. En realidad no sabía que decir...Contestó con otra pregunta , _ ¿Como es que tienes puesto ese disco?_ Porque me gusta, contestó la chica, me encanta la música clásica. Pronto se encontraron hablando de músicos y de partituras, de La Primavera de Vivaldi , del Vals de las Flores de Tchaikovski ,del Danubio Azul de Strauss, del Claro de Luna de Beethoven entre otras y de como a cada uno le gutaba oirlas.
Así se pasaron toda la tarde hablando de sus preferencias. que por cierto eran muy parecidas, ella le comentó que cuando podía iba con un grupo de montañero y subían a las montañas, cuando estaba arriba y paraban a descansar, oía alguna melodía y pensaba que volaba por todos aquellos paisajes tan lindos.
Así se pasaron toda la tarde hablando de sus preferencias. que por cierto eran muy parecidas, ella le comentó que cuando podía iba con un grupo de montañero y subían a las montañas, cuando estaba arriba y paraban a descansar, oía alguna melodía y pensaba que volaba por todos aquellos paisajes tan lindos.
Quedaron para ir juntos la próxima vez, así muchas otras veces. Disfrutaban con su música y con sus paisajes.
Acabaron sus estudios y decidieron casarse,para seguir disfrutando juntos. Mars e Inma, su chica, querían tener hijos a los que inculcarles esos valores que ellos amaban tanto.
Azul
Muy bonito Guido jajaja al final los nombres de mariposas eran do re mi fa sol la si
ResponderEliminarEs precioso el cuento la chica igual que el y el igual que la chica
ResponderEliminarA y por cierto ese anónimo seguro que se ha equivocado se lo tendrá que haber puesto a Guido. Suerte a los dos.