BIENVENIDOS A NUESTRO RINCON...
Somos una familia amante de la poesía. Esta afición nos viene de nuestro padre. A él siempre le gustó la poesía.
Fue un hombre sencillo, de campo, sin apenas estudios, pero que siempre le agradó leer a los clásicos poetas e hizo él mismo algunas poesías que a nosotros nos parecían muy bonitas cuando nos las leía. En ellas expresaba sus vivencias.
Después de su muerte, nos ocurrió algo extraordinario, nosotros, que jamás habíamos sido capaces de rimar dos palabras seguidas, empezamos a hacer nuestros pequeños poemas.
Al principio dirigidos a él, más tarde expresando nuestros pensamientos y vivencias.
Por eso, el otro día, en una reunión familiar, comentamos que sería bonito el hacer un blog para escribir nuestras poesías, y aquí estamos, intentado hacer lo que nos gusta y esperando disfrutar con ello.

lunes, 11 de febrero de 2013

Cántico doloroso al cubo de la basura


Rafael Morales. “Cántico doloroso al cubo de la basura”
de “Canción sobre el asfalto"

Para Rafael Morales, lo esencial poético se encuentra en todas partes, "aun en los lodazales y en las hierbas de la primavera que se pudrieron". Y así, un tema tan aparentemente antipoético como un cubo de basura le inspira uno de sus poemas más difundidos -

"Cántico doloroso al cubo de la basura"-;cosas en él contenidas -la basura- se transforman en motivo poético y son objeto de un proceso de humanización que rezuma emotividad:

"Al cubo de la basura"

Tu curva humilde, forma silenciosa,
le pone un triste anillo a la basura.
En ti se hizo redonda la ternura,
se hizo redonda, suave y dolorosa.

Cada cosa que encierras, cada cosa
tuvo esplendor, acaso hasta hermosura.
Aquí de una naranja se aventura
su delicada cinta leve y rosa.

Aquí de una manzana verde y fría
un resto llora zumo delicado
entre un polvo que nubla su agonía.

¡Oh!, viejo cubo sucio y resignado,
desde tu corazón la pena envía
el llanto de lo humilde y lo olvidado.

1 comentario:

  1. Es muy bonito si señor, el que sabe escribir sabe sacar provecho de todo, tiene hasta su momento de reflexión, todo hasta lo más humilde y olvidado, ha tenido razón de ser,

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