BIENVENIDOS A NUESTRO RINCON...
Somos una familia amante de la poesía. Esta afición nos viene de nuestro padre. A él siempre le gustó la poesía.
Fue un hombre sencillo, de campo, sin apenas estudios, pero que siempre le agradó leer a los clásicos poetas e hizo él mismo algunas poesías que a nosotros nos parecían muy bonitas cuando nos las leía. En ellas expresaba sus vivencias.
Después de su muerte, nos ocurrió algo extraordinario, nosotros, que jamás habíamos sido capaces de rimar dos palabras seguidas, empezamos a hacer nuestros pequeños poemas.
Al principio dirigidos a él, más tarde expresando nuestros pensamientos y vivencias.
Por eso, el otro día, en una reunión familiar, comentamos que sería bonito el hacer un blog para escribir nuestras poesías, y aquí estamos, intentado hacer lo que nos gusta y esperando disfrutar con ello.

domingo, 26 de agosto de 2012

Yo soy especial


Hola, soy Juan y “yo soy especial”, eso al menos dice mi madre.
Mi vida transcurre entre mi mundo interno que fluye, cuando me dejan un respiro, y la monotonía programada por mis mayores hacia un futuro de éxitos seguros, porque como dice mi madre “yo soy especial”.
Vivo en un pueblecito aledaño a la capital, pero mama no quiere que diga que vivimos en un pueblecito, ella dice que nosotros somos de una urbanización del extrarradio, que así no mentimos y queda más importante, ella dice que todo se debe cuidar para mi futuro, la verdad yo no veo la diferencia.
Me levanto temprano, y lo primero que oigo al despertar en mi pequeña cabecitas son los imperativos de mi madre: levántate, lávate la cara, vístete, péinate, ¿preparaste ayer la maleta?, desayuna, venga termina que llegamos tarde; cada mañana recibo las mismas ordenes que cumplo siempre, pero por supuesto no al ritmo que quiere mi madre, supongo que porque “yo soy especial”.
Ya ha transcurrido diez años, un mes y catorce días desde que llegara al mundo el ser mas maravilloso que ha pisado este planeta, ósea yo, siempre según mi madre claro, y al mismo tiempo la criatura que hizo esclava a mi pobre madre para toda la vida, controversia que responde a según haya cumplido las ordenes que procedan en cada momento.
Curso quinto de enseñanza básica, pero aunque estoy en un colegio concertado el nivel es mucha mas bajo que el que a mi me corresponde, según mi madre, claro supongo que porque “yo soy especial”, la verdad es que a mi me cuesta muchísimo sacar notas medianamente decente; pero eso dice mi madre que es porque los profesores me tienen manía, claro como “yo soy especial”. Mis padres si estudiaban mas que nosotros cuando iban al colegio: los ríos de España, los Reyes Visigodos, la tabla periódica…, y no ahora que no nos enseñan nada de provecho.
A mediodía cuando las clases han acabado y muchos de mis compañeros ya vuelven a casa, los demás nos dirigimos al comedor, donde Luisa nos planta delante una bandeja con algo parecido a comida y nos dice: Que no quede ni una migaja, o me chivo a vuestros padres; y sale fuera a fumar, mientras chatea con su novio, que para esa hora ya lleva media hora sin ver.
Por supuesto todos nos acabamos la bandeja sin dilación, ¿que si nos la comemos? No, tan solo alguna cosa para aguantar a la merienda de mama, el resto acaba bajando por el retrete y viajando por la tubería hacia un lugar desconocido (aunque Julio, mi amigo, dice que seguramente vaya directamente otra vez a la cocina , porque todos los días la comida se parece a la del día anterior). A veces pienso que esto a la larga podría afectar a mi formación, mama dice que la comida de la escuela lleva todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para hacernos hombres de provecho, pero yo no paso por ahí, correré ese riesgo.
¡Cuanto echo de menos aquellas comidas tan ricas que antes me hacía la abuela Virtudes! todo hasta que un día se fuera a visitar al abuelo José a ese sitio que llaman cielo (por cierto, se debe estar muy a gusto allí porque con lo que nos quería y no se ha acordado todavía de llamar, bueno mama dice que desde allí no se puede, pero yo se que al ritmo que van las comunicaciones cualquier día recibimos una llamada de ella) . Ella me recogía del cole y después de comer siempre jugábamos a lo que yo quería hasta que mama venía del trabajo. Recuerdo cada momento vivido  con ella, ¡allí si que me sentía especial!, allí era dueño de mi propia vida y tenía a mi lado a alguien que hacía que me sintiera único, ¡allí fui feliz!
Pero vuelvo a mi preparación para el futuro, esa que toda persona como yo debe vivir, recordad que “yo soy especial”, después de nuestra copiosa comida pasámos a las actividades extraescolares, tan necesarias para marcar la diferencia con mis compañeros que se van a mediodía, la verdad yo las veo absurdas e innecesarias para mi futuro prometedor.
Las cinco es la hora esperada, esa en la que disimulo la verdadera alegría que me produce mi madre, ya que solo se debe a esa ansiada merienda que devoro con ferocidad, tan solo por eso aguanto la humillación que recibo cada tarde cuando mi madre me recibe en la puerta del cole con un apretujón y un beso delante de todos mis compañeros, y como de reojo veo las carcajadas de Alonsito y Felipe que ya son lo suficientemente mayores como para ir solos a casa, claro como yo vivo en una urbanización en el extraradio.
A esa hora mi formación aún esta a medias, ya que falta la guinda, esa formación deportiva que me llevará al éxito total, por lo que directamente vamos al polideportivo donde tendré otras dos horas de entrenamiento, practicando un futbol que me llevará a las cotas mas altas del éxito, ya que yo juego mucho mejor que el resto de mis compañeros, eso dice mi madre, yo la verdad creo que Miguelito, Carlos y Alfonsito son mucho mejores que yo, pero eso no se lo puedo decir a mama, porque una vez se lo insinué y me dijo que yo era aún pequeño y no entendía de eso, será porque como “yo soy especial”.

La tarde se adentra por los callejones de un claroscuro provocado por un invierno cercano, cuando el coche de mama entra en nuestra urbanización del extrarradio y como dice un conocido anuncio por fin llego “a la republica independiente de mi casa”, todo parece estar llegando a su fin en este duro día pero al abrir la puerta comienza la ultima etapa de este día: dúchate, recoge el cuarto de baño, haz los deberes y repasa, venga lávate las manos que vamos a cenar, ya es tarde lávate los diente y a la cama que hoy papa también llegará tarde, ya le contaras lo quieras mañana que es sábado después del partido; después por supuesto porque antes imposible: Levántate  y toma los cereales, vamos ponte esa ropa, prepara tu maleta de deporte, que no se te olviden las botas. Ya me hayo sentado en la parte trasera del coche de papa rumbo al pueblo de turno para realizar mi partidito, donde supuestamente disfruto de un juego tan teledirigido desde la banda como desde las gradas por mayores frustrados por un deporte que aliena a toda persona que se acerque a verlo.
Ese día soy juzgado por todos, conocidos y desconocidos, pero en realidad a mi solo me interesa la opinión de uno, de mi padre. Si solo de mi padre, porque la de mi madre la ya se, “yo soy especial”, pero con mi padre es diferente, él si sabe de esto, él mientras que madre relata por ver una película, él ve mas y mas futbol, y él entiende incluso mas que mi entrenador. El me dice lo que hago mal y lo que hago bien, él es por quien yo practico este deporte y por el que lucho y me esfuerzo por intentar ser mejor que Miguelito. En los minutos de gloria que el entrenador se digna en ponerme, me mira a mi, aunque el quiera ver a Messi o a Ronaldo al que esta viendo durante esos minutos es a mi y solo a mi, aunque el a veces mira mas a Alfonsito, por que dice que le echa mas ganas que yo, bueno pero Alfonsito no es como yo porque “yo soy especial” o al menos eso dice mi madre.
Ya de vuelta a casa me es imposible contarle a mi padre todo lo que quería contarle, ya que tengo que escuchar consejo tras consejo todo lo que tengo que mejorar para ser un gran jugador.
Para cuando llegamos a casa papa ya va tarde para comer e ir al bar a ver el fútbol, que no esta la cosa para tener canales privados y en el bar se ve gratis, bueno aunque a veces viene relatando que se gasta mas que si lo tuviese en casa, si es gratis la verdad es que no lo entiendo. Mientras, mama se lleva toda la tarde limpiando y relatando sobre lo sufrida que son las mujeres y sobre la poca ayuda que tienen. Yo paso la tarde en mi cuarto jugando a la videoconsola que según dice mama: me va ha volver tonto tanta maquinita, yo no lo creo porque “yo soy especial” o al menos eso dice mi madre.
Bueno ya me despido que tengo que dormir, mañana tenemos que ir con mis tíos a la sierra, y como no voy a tener tiempo de hablar con mi padre, porque para cuando lleguemos será tarde y estaré cansado, os pido que si veis a mi padre le contéis como me ha ido la semana. Ah, se me olvidaba lo más importante, el lunes se me cayó un diente y el Ratoncito Pérez me trajo un regalito; unas nuevas espinilleras que he estrenado hoy, concretamente las que le quise enseñar esta mañana mientras me decías:
Luego que ya vas tarde y el entrenador se va ha enfadar.
Y por supuesto decirles que les quiero mucho y que seré en la vida todo lo que ellos quieran que sea, pero que recuerden que ahora tan solo soy un niño, si ya se especial, pero un niño.

José Manuel

4 comentarios:

  1. Me gusta mucho papi y te quiero, que bien escribes.
    Un abrazo

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  2. Muy bueno primo, has descrito con exactitud la vida de hoy de nuestros hijos, los cargamos con demasiadas cosas y olvidamos lo principal que son niños y que necesitan de sus padres, que les escuchen y que estén por ellos, jueguen con ellos y les dediquen un poco de su tiempo. Un abrazo y sigue escribiendo, ya sabes cuanto me gusta leerte.

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  3. Veo que inspiran las conversaciones veraniegas.
    Genial y viva descripción.
    El tiempo, el tiempo no retrocede y lo que un crío comparte, o no, con sus padres no vuelve atrás; se diluye o se saborea, aún más si cabe luego en el recuerdo.
    Excelentes apuntes del vértigo de las expectativas para un niño de hoy.
    Genial..

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  4. Primo está muy bien. nos ha gustado mucho.

    beso y abrazos

    Montse Y Fran

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