Quiso sentir el aire de su brisa
y se asomó al balcón de su mirada,
descubriendo un mundo de caricias
¡quedó de sus pupilas hechizada!.
Embrujada en su noche y enredada
en sus largas pestañas, se quedaba,
mientras su brisa, enamorada,
a su cálida piel acariciaba.
Suspiros en el aire, chispa, fuego,
prendía con furor en los luceros,
un huracán de encendido anhelo
iluminaba al firmamento entero.
Cascada de agua fresca que brotaba,
entre la noche y el cielo,
apagaba la sed que desbordaba.
¡El aire de su brisa estaba lleno!.
Loli
domingo, 12 de agosto de 2012
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Me maravilla leerte y además provocas en mi , ganas de escribir algo..corrigeme si lo hago muy mal..
ResponderEliminar¡Que maravilla de balcón
ResponderEliminarque inunda paz y caricia!,
melodía de una canción
que me llega con su brisa.
Precioso ecuentro de anhelos.
ResponderEliminarPleno.