Ayer pasé por tu calle
toqué tu puerta, tu gente,
respiré de sus oloores
y como un remanente
quise llenarme de ellos
para tener que ofrecerte.
Hoy en la montaña abierta
cara a cara con la luna,
de recuerdos y de flores
te he preparado una cuna
para que bajes a verme.
Y tú, como cada año
apareces sigilosa,
vas pronunciando tu nombre,
el de la Virgen del Carmen,
mientras recoges tu rosa.
Anny
Ella desde el cielo limpio
ResponderEliminarrecibirá tu poema
y sabrá apreciar el aroma
de la rosa que le entregas.
Siempre la recordaremos
en este día especial
el de su Virgen del Carmen,
ella en sus brazos estará.