La población se envejece
las urgencias se colapsan,
un ir y venir de gente
se palpa desesperanza.
El sistema no funciona
o, al menos como debiera,
es ilícito que un paciente
pase la noche en espera.
Me gustaría ver a mi
a nuestro buen presidente,
esperar toda una noche
acompañando a un pariente.
Yo veo de tercermundista,
que no hagan previsiones,
es invierno y hay gripe,
les da igual si tu te mueres.
Se gastaron los dineros
falta para sanidad,
y lo poquito que queda
para Felipe y Aznar.
Que les quedó un vitalicio
imposible, ¿cómo aguantar?
M. Beltrán..
martes, 11 de enero de 2011
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Fue terrible aquella noche,
ResponderEliminarnos invadía la impotencia,
pensar que hay tanto derroche
y no hay para las urgencias.
De la cama levantamos
a una anciana de noventa,
-es importante, dijeron,
-hay que llevarla a "urgencias".
Llegamos esperanzados,
desde las ocho a las cuatro
esperamos allí sentados.
la esperanza se ha acabado.
Te viene a la memoria
otra noche parecida,
aquella está en nuestra historia,
es algo que no se olvida.
Ya no sabes lo que hacer
si callar o si gritar
o coger un buen papel
y empezar a denunciar.