domingo, 5 de septiembre de 2010
Los brazos siempre abiertos
Los hijos para los padres
siempre serán los pequeños,
aunque se hagan mayores
o se marchen ya muy lejos.
Por eso cuando no están
encuentras el nido vacío,
no lo puedes remediar
y se te escapa un quejío.
La vida sigue su rumbo,
hay que seguir caminando
y como hicieron los nuestros
nos iremos conformando.
Pero aunque lejos se hallen
habrá un rincón especial
y aunque mucho tiempo pase
nadie lo podrá llenar.
Siempre las puertas abiertas
por si quieren regresar
y los brazos bien abiertos
para poderlos abrazar.
Fina
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Una poesía preciosa
ResponderEliminarllena de amor maternal,
ellos son como las rosas
su aroma nos vuelve locas
no lo podemos evitar.