Sentado solo en un banco
un abuelo repasaba,
su larga y ajetreada vida
y el pensar le consolaba.
Una sonrisa en sus labios
que al momento se truncaba,
según en cada faceta
que el recuerdo le llevaba.
Yo le observaba en silencio
note que casi temblaba,
¿que le pasó de repente?
aquel viejito lloraba.
Quise saber el motivo
por si podía ayudar,
me contestó más tranquilo
será cosa de la edad.
Pero al ver que me intrigaba
aquel cambio de actitud,
me explicó su vida entera
y su feliz juventud.
Aquí me siento a diario
repaso mi vida entera,
aquí pienso en mi Rosario
pronto marcharé con ella.
Detrás de cada persona
que a veces no reparamos,
encontramos una historia
historia de enamorados.
M. Beltrán.
martes, 20 de abril de 2010
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Cuando toda una vida
ResponderEliminarjuntos caminan los dos
que triste es la partida
del que se fue y quedó.
Hermano , has tardado un poco pero te salió preciosa.
Cuantas historias ocultas
ResponderEliminarse encuentran en cada barrio,
sobre todo en las personas
que ya han vivido muchos años.
Mientras estás acompañado
todo se hace mas fácil,
pero si te quedas solo
que duro y que difícil.
Ves como cuando quieres
te salen bellos poemas
solo tienes que ponerte
y ellos vienen sin problema.
Una idea, un pensamiento
una historia,un lamento,
algo que flota en el viento
y nos llega al sentimiento.
Primo, muy bonita. Recuerdos de un tiempo que no volvera, pero que el revive cada día.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un poema muy bonito a ese viejo abuelo,
ResponderEliminarpero yo quiero felicitarte a tí,porque seguramente pronto te llamaran¡abuelito guapo!!!!!