Esta noche, en la soledad
de su rincón escogido,
piensa; y al pensar el alma,
siente un gran escalofrío.
La inquietud de lo incierto
la envuelve con poderío,
siente profundo tormento
cuando encuentra el gran vacío.
Lleva atrás el pensamiento
repasando la existencia.
¿Ha vivido con acierto
o equivocó la experiencia?
Siempre la duda punzante
de haber hecho lo debido,
tal vez lo más importante
es coger bien el camino.
Mas, el camino ya es arte
de escogerlo con buen tino,
se duda a veces bastante,
¿Cuál será mejor destino?
Se para el alma y medita:
si escucha su corazón
cuando le habla o le grita,
nunca errará la elección.
Loli
domingo, 21 de noviembre de 2010
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El alma y el pensamiento
ResponderEliminarvan cogidas de la mano,
la duda en algún momento
es porque somos humanos.
Nunca tenemos certeza
de ahí ese desconsuelo,
levantemos la cabeza
basta de mirar al suelo.
muy bonita.
Pues si, hay que pararse a escuchar
ResponderEliminarpara ver así nuestro camino,
pero es imposible meditar
en este ritmo que vivimos.
Para eso hay que desechar
las cosa que son superfluas
y aceptar, oír y enmendar
cambiándolo por cosas buenas.