Cada día al despertar
siempre pienso en mis niños,
su sonrisa angelical
sus dientes blanco de armiño.
Sus ojos luces de estrellas
que parpadean en la noche,
ráfagas de luces bellas
como perlas en un broche .
El ruido de sus pisadas
tengo grabado en mi mente,
me despierto angustiada
porque ahora no se sienten.
Que veloz el pensamiento
y que largo es el camino,
quién pudiera como el viento
volar sin hacer ruido.
Fina
jueves, 25 de noviembre de 2010
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Es verdad que cuando uno se acostumbra a un ruido o sonido parece que continúa en la cabeza durante mucho tiempo.
ResponderEliminarPero ya queda menos para que ese ruido vuelva a ser real en tus oidos.
Muy bonita tita,
un beso.
Volando voy como dice la canción
ResponderEliminarpero el camino está largo
y nos hacemos mayor,
tendrás que cambiar la ruta
dejar el coche aparcado
e irte en el avión.
Tus estrellas echan de menos a esa luna que les vela
ResponderEliminarUn besazo