El cielo está triste llora,
llora y llora sin parar,
el arrollo coge el agua
que va al río, luego al mar.
Quiere lavar nuestras penas
y llevarlas muy allá,
allí guardarlas en la arena
porque hay que volver a luchar.
Levantarse desde abajo
y capear el temporal
que después de un duro invierno,
el sol vuelve a calentar.
Los días serán mas largos
llegará otra primavera,
todo lucirá mas blanco,
veremos de otra manera.
martes, 12 de octubre de 2010
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El agua que es bien caída
ResponderEliminarlo agradece el campesino
será mejor la cogida
de los frutos del olivo.
La tierra cuando está seca,
tras el calor del estío,
agradece lluvia fresca,
con su caudal siente alivio.
Siente alivio y le acaricia
empapando sus sentidos,
de nuevo un brote fresco
adornará sus cultivos.