Volví a casa tras unos días de asueto
viajando por pueblos y ciudades,
gozando de unos días muy especiales
disfrutando de bellos monumentos.
De vuelta al hogar sentí su calma,
admiré su sencillez y encanto,
agradecí la vuelta sin quebranto,
me relajó y acarició mi alma.
Cómo él no encontré ningún palacio,
no me importó ni lujos ni finuras,
sólo al pisar su cálida textura
su aroma envolvió todo mi espacio.
Disfrutaré de nuevas aventuras,
se tornaran las idas y encuentros,
siempre lo encontraré a mi regreso
disfrutando su cálida figura.
Loli
sábado, 10 de julio de 2010
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Muchas ganas de aventuras
ResponderEliminary de ver los monumentos
pero en la casa de una
se sufren menos tormentos.
Para poder relajarse
no hay como estar en casita,
un buen libro y tumbarse
disfrutando sus letritas.
Y si no en una playa
donde se esté tranquilita,
solo el ruido de las olas,
los pies en el agua fresquita.
Sumergirse en mil historias
rumiando una por una,
dejar pasar así las horas
sin tener prisa ninguna.
Me alegro que estés ya devuelta
y que te estés preparando,
a otros caminos dispuesta
aquí te estamos esperando.
Disfruta las vacaciones
ResponderEliminarque la casa siempre está,
aunque al volver te emociones
por eso hay que marchar.
Un beso.