Mi fiel reconocimiento
a un hombre que se marchó
hombre de buenos cimientos
y de muy buen corazón.
Trabajador y consciente
de que todo cuanto hacía
no a todos le complacía,
pero si a la mayoría
y luchó por esta gente.
Un día le acompañé
y me quedé sorprendido
como se desenvolvia
pedía pa nuestro partido
porque carril no tenia.
La Ermita se derrumbaba
agua entraba por doquier
ninguno se preocupaba
al final también fué El.
Supo encender esa chispa
que todos necesitamos
para vivir con orgullo
sintiendonos más humano.
Orgullo de ser su amigo,
de haber vivido en su tiempo
y hoy leer sus huellas
que nos fué dejando dentro.
M. Beltran
sábado, 17 de septiembre de 2011
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Un reconocimiento muy bonito. El estaría muy contento si pudiera verte.
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