El fuego arde en la chimenea
su aura nos calienta e ilumina,
chispas saltan y bailan danzarinas
y al rato se convierten en cenizas.
Poco a poco el calor se va marchando
y un frío intenso cala los huesos,
yo aquí en un rincón solo y viejo
vivo en los recuerdos siempre rumiando.
Nostalgia del ayer,
suspiros del mañana,
mi alma siempre presa
envuelta en telaraña.
Mi sonrisa en el aire congelada,
en un nuevo encuentro sigo esperando,
fija la mirada en un punto añorando
luz que brille de nuevo relajada.
miércoles, 23 de febrero de 2011
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Aunque el fuego se consuma
ResponderEliminarhay que seguir echando leña,
para que de nuevo surja
la llama y resplandezca.
Brillará esa luz que tanto anhela
y de nuevo calentará tu espíritu,
piensa en el calorcito de la hoguera,
eso te hará luchar con más ahinco.
Hay que guardar la distancia
ResponderEliminarel fuego puede quemar,
otros prefieren quemarse
pensando en el frió invernal.
Recuerdo, como presente
un tronco en la chimenea
ardiendo pasivamente
al rededor mucha gente
contando sus odiseas.
Pero el fuego da lugar
a otras interpretaciones,
hay quien se quema por fuera
y por dentro desespera
perdiendo las ilusiones.