Cuando camino despacio
por mi tierra malagueña,
gozo y me siento risueña
al ver su paisaje y encanto.
Al mirar aquellos campos,
su magia a mi me seduce
y en mi corazón produce
relajación y descanso.
Sus grandes y bellas playas,
sus pueblos emblanquecidos,
su luz dando colorido
a mar, tierra y atalayas.
Y su cante hondo y puro
pone la nota excitante
y a todos los visitantes
los envuelve con su embrujo.
Si quieres ir a cenar,
ves a comer al chiringuito
hacen unos pescaditos
de exquisito paladar.
No hay nada que descartar
en mi Málaga la bella,
todos se prendan de ella
y vuelven a retornar.
No te pierdas esta cita
este año en vacaciones,
despierta tus emociones
en esta tierra bendita.
Loli
domingo, 9 de mayo de 2010
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Impregnada de ternura
ResponderEliminartus sentimientos afloran
y lo escribes con soltura,
poniendo luz y figura
a esas tierras Malagueñas
que un día te dieron cuna.
Estupenda, un beso.
Como malagueña pura,
ResponderEliminarde raiz inescrutable,
me impregno de aromas mágicos
cuando siento la caricia
y la brisa de sus mares
Y leyendo lo que escribes
voy recorriendo lugares,
con paso firme y dinámico
atravieso media España
para acabar en sus lares
¡Porque Málaga, no hay mas que una!