Aléjate de mí, que estoy perdida,
envuelta en la tristeza de un instante,
siento una daga extraña y punzante
que me devora el alma, ya dolida.
Que extraño padecer de los mortales
dándole fuerza y poderío de diva
a una simple quimera que se aviva
y que hace estragos tan reales.
El desasosiego inunda el alma entera
si dejamos libre el pensamiento
después de alimentar una quimera.
Nos deja sin fuerza y sin aliento
para llevar una vida placentera
si nos hundimos con ella en un momento.
domingo, 20 de junio de 2010
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Aleja esa tristeza de tu mente
ResponderEliminarno busques la nostalgia en tu vivir,
busca siempre cosas diferentes
que te hagan sentir y ser feliz.
Alguna vez ,también yo,
ResponderEliminaralimenté a la quimera,
y ella ,ruín y traicionera,
con sus fuertes fauses
por poco me atropella
Hay que tener valor
y adelantar al mónstruo
en su carrera
Por que él, sin prisas,
al acecho siempre espera...