Por fin vimos tu carita
piel suave y sonrosada
que se aprieta y se acurruca
contra el pecho de tu mama.
Y esos ojos tan bellos
que se abren a la luz
de un mundo de nieblas llenos
que tendrás que explorar tu.
Nosotros ya somos felices
tan sólo con poderte ver
y pensamos en el mañana
y en verte ya de correr.
Te miro y te remiro
y no me canso de mirarte,
que bonito y que lindo
sólo deseo acariciarte.
Recuerdo los otro nietos
y lo grande que están ya
que rápido que pasa el tiempo
y la vida se nos va.
Fina
viernes, 16 de diciembre de 2016
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Preciosa poesía y precioso sentimiento como ese bebé
ResponderEliminarTodos estamos encantados de ver la carita del Guillem, cuando no está llorando. Precioso poema de esa abuela que se le cae la baba.
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