El creador de cuadros

La mañana se desperezaba lentamente en un gran bostezo , un resplandor aparecía tras la montaña que nos alertaba de la próxima salida del astro rey. Poco a poco media corona de coloridos diversos iba surgiendo tras el monte, de pronto un rayo de resplandor fulminante unió el cielo y la tierra iluminando todo el valle, era el primer rayo de sol que iluminaba el nuevo día. La mañana nos sonreía abiertamente y nos mostraba la belleza de su juventud.
Primer cuadro.

La tarde era aún calurosa, a pesar que el sol declinaba ya en el último suspiro, todavía se podía apreciar el resplandor de los últimos rayos tras de la montaña. El espectáculo era maravilloso, lleno de coloridos diversos de una belleza inigualable. Me senté bajo un árbol para poder contemplar mejor a aquel cuadro perfecto que me regalaba la naturaleza, ¿qué pintor podría igualarlo? Suspiré profundamente percibiendo la brisa vespertina en cuerpo y espíritu y relajé mi alma en una abertura total hacía el infinito. Segundo cuadro.

Abrí los ojos despacio y miré al cielo, la oscuridad iba envolviendo la montaña y en el firmamento se veían los primeros luceros, la noche nos deslumbraba con su belleza. Tras una nube apareció la luna radiante en todo su esplendor. Ella también jugaba al escondite y se bañaba en las serenas aguas del océano. La belleza igualaba a los anteriores.
Tercer cuadro

Con tu pincel tocaste al Universo,
ya nadie te igualó en el esbozo,
todos quedamos admirados por el gozo
de contemplar tu cuadro tan hermoso.

El arte de tus manos primorosas
puso acuarelas de coloridos bellas,
en la tierra, el cielo y las estrellas
y en la flora del campo y en las rosas.

Tu cuadro fue pintado con esmero,
con estilo, con arte laborioso,
como el mejor pintor del mundo entero.

A ti, creador del cuadro hermoso,
rendimos un homenaje placentero,
dándote gracias por ser tan generoso.

Loli